Memoria de una desaparición
Memoria de una desaparición
Telas oxidadas, lienzos sucios y roídos y antiguos, cal. Paredes rectangulares. Fragmentos circulares. Elementos acoplados a rostros humanos. Memorias recuperadas. Autorretratos fingidos.
Un gran teatro del ser humano en el que cada actor tiene un rol dinámico y abierto, pero sobretodo un escenario donde somos obligados a reflexionar sobre el curso de los eventos, donde la velocidad y el dinamismo frenético originado por la despiadada vida metropolitana restan apaciguados en una calma absoluta. Así, inmerso en una dialéctica del espacio y de las vivencias personales construye testimonios apenas esbozados, como melancólicas presencias en la niebla, que se superponen y se reproducen en ritmos reiterantes.