L’identità frammentata

Mi abuela materna enfermó y murió de alzheimer. Del olvido es de lo que deseo hablar. Todas las imágenes que forman la obra de la primera sala son fotografías de mi rostro (siempre la misma, -en presente-) a las cuales he añadido una máscara, un antifaz, caperuzas, opacas y a veces translúcidas, a cada una, individualizándolas. Pero con la peculiaridad de que esos restos de material están realizados con objetos y cosas que pertenecen a mi pasado, a mi vida cotidiana de ayer: vendas de heridas, mallas metálicas de ventanas de talleres en los que habité, escritos, dibujos, textos antiguos, propios y otros que encontraba en mis paseos y caminos, es decir conforman un todo de mi código y conducta vital. Esos cientos de objetos reunidos, almacenados y guardados celosamente, me sirven para construir una identidad actual contemporánea, pues yo soy ahora y mi momento. Pero asimismo, y debido a esa multiplicación excesiva de la misma imagen, una vez y otra y otra, observo una pérdida de visión, una descontextualización de mi ser en ese instante, en ese preciso momento. La fragilidad de la memoria como una identidad fraccionada me fascina y obsesiona. Y ése debe ser el estímulo. Aunque se fragmente.

A día de hoy, l´identità frammentata -Fragmentaciones de una identidad-continua en construcción con imágenes de otros seres.