La insoportable levedad de la vida

La insoportable levedad de la vida

Espacio Rojo. Córdoba.
abril > junio 2008
Instalación. Dimensión ambiental.

Un silencio antes de llegar. Un antiguo y oxidado baño de cinc. Un mar de olvidos negros, rebosantes, oscuros y terrosos, de nuevo antiguos, raíces ya, memorias de ida y vuelta, de vuelta y de ida, mar de olvidos negros, y que día tras día absorbe y anula la identidad y se eleva destruyendo una vida en presente. Autorretrato en presente. Es un insoportable yo poético.

Un baño de cinc con pintura negra sobre el que descansa una médula espinal de hilo blanco de algodón. Conforme van pasando los días de exposición, el hilo absorberá todo el aceite negro y llegará hasta la raíz, anclada en el techo de la sala. Ese es el concepto físico de La insoportable levedad de la vida. La necesidad de regresar una y otra vez, el deseo de huir y regresar siempre, aun no habiendo partido, la fugacidad de la vida y su significado, apenas un pequeño periodo en la inmensidad del tiempo, los deseos irrealizables, los sueños frustrados ante la inminencia de la caducidad de la vida.